martes, 21 de mayo de 2013

¡VAYA "PADRES HAY POR EL MUNDO! ACTOS HOMOFÓBICOS EN LA SEMANA CONTRA LA HOMOFOBIA Y TRANSFOBIA

Hoy me he decidido a escribir un post tras leer un relato en facebook que me ha provocado una mezcla de indignación y pena. Os adjunto el texto que ha publicado Gabi González tras lo vivido hace unos días en el mismo centro de Madrid

Llevo desde ayer pensando si contaros esto y hacerlo público.

Tengo desde entonces un nudo en el estómago, y creo que si lo suelto voy a empezar a encontrarme mejor, porque lo de ayer me dejó hecho polvo. Jamás pensé que me tocaría vivir en primera persona una situación como la que ayer viví.

Domingo 19 de mayo, 15.00h, lugar VIPS Plaza de los Cubos (Madrid). Restaurante lleno, propio de un domingo de lluvia en el centro de la capital.
Decido quedar allí con un amigo. Entro, pido una mesa y nos sentamos. Resultó que esa mesa situada en una esquina del restaurante, me llevaría a vivir una situación de completo drama, al menos para mí. Así lo viví yo.
Mientras esperábamos la comida, mi amigo, sentado en frente de mí, decidió lanzarse y darme un abrazo y un beso. El beso se paró en seco. El “señor” de la mesa de al lado, un padre de familia que comía con sus hijos y su mujer, se levantó y dio un golpe seco y fuerte en mi mesa. No entendía qué pasaba, ni yo, ni nadie. Todos miraban mientras esa “persona” gritaba mientras nos insultaba. “FUERA DE AQUÍ, TENÉIS QUE IROS”, “ME ESTÁIS MOLESTANDO, ESTÁIS MOLESTANDO A MIS HIJOS”, “FUERA!”… Apareció el encargado, y algunos camareros del restaurante que intentaban calmar a este “individuo”. “ESTOS DOS SE ESTÁN BESANDO, Y ME ESTÁN MOLESTADO”, y así un no parar.
Yo no entendía nada, ni supe reaccionar. Con lo que yo soy, me quedé sin mediar palabra. Era la primera vez en mi vida que vivía una situación de HOMOFOBIA. Y la primera que vivía en primera persona.
Vergüenza. Como 40 mesas y un promedio de 150 personas pusieron los ojos en mí, y en mi amigo, que no habla español y que no comprendía que pasaba. Pese al momento de confusión, pude explicarle qué pasaba. Él me decía que nos fuéramos de allí y que nos quitásemos de problemas. Yo no quería irme. ¿Irme por qué? ¿Por ser GAY? ¿Por recibir un beso de un amigo? En la vida.
El encargado lidiaba con esa “fiera” que insistía en que le estábamos molestando. Nos levantamos, mientras el resto de comensales nos miraba atónitos y nos decían que no nos fuéramos, que los que tenían que irse eran ellos. Este padre de familia de unos 40 años, junto a su servidora mujer y sus hijos con educación y principios de dudoso valor. Pobres tener a un padre así.
Me levanté junto a mi amigo, y decidimos irnos pero la gente no nos dejó. Se levantaron como 10 personas que nos mostraron su apoyo y sobre su cariño.

NO NOS FUIMOS. Se fue esa familia, mientras el “padre” decía que como el encargado no hacía nada entonces eran ellos los que se iban.
Vivir esto en primera persona DUELE. Mucho más que un puñetazo en toda la cara. Me sentí pequeño, distinto por primera vez en mi vida.

ESTA ES MI DENUNCIA. MI DENUNCIA SOCIAL.
MI APOYO INCONDICIONAL A TODOS LOS QUE HAYÁIS PASADO POR ALGO PARECIDO.

Mi agradecimiento a todas esas personas que sin conocerme se acercaron y me cogieron del brazo para no irme. Gracias al staff VIPS PLAZA DE LOS CUBOS.
Gracias a mi familia por quererme.

Desde este momento esta historia no es solo mía, es tuya que la estás leyendo. Si la quieres compartir, hazlo.

Creo que lo que Gabi ha vivido es un fiel reflejo de la incultura, sectarismo y paletismo de parte de nuestra sociedad. Afortunadamente hablamos de una minoría, pero una minoría que existe, unas personas que pueden hacer mucho daño y que pueden hacer sentir pena o incluso vergüenza a una persona que lo único que ha hecho ha sido dar o recibir un beso de otra persona de su mismo sexo ¿Qué tiene eso de malo? ¿Acaso es mejor gritar, insultar y dar golpes contra una mesa? ¿La educación que un padre quiere para un hijo puede estar basada en el odio y la discriminación? Pues parece que hay algunas personas que creen que si, aunque cada vez sean menos, el día que cualquier persona pueda querer en libertad será el triunfo de la verdad, la educación y los valores. Quizás si en esta sociedad educáramos en base al amor y no en base a juzgar al que tenemos enfrente, nos iría mucho mejor, viviríamos en una sociedad mucho más feliz y en armonía. ¿Porque nos empeñamos en juzgar siempre a los que nos rodean? ¿Para que juzgar como viste una persona, con quien sale, a quien ama o el motivo por el que hace una persona u otra? Rompamos con nuestros esquemas mentales y respetemos al que tenemos enfrente estemos de acuerdo o no.

El padre del que nos habla Gabi tiene su propia idea de la homosexualidad, idea que puede llegar a parecerme hasta respetable, no podemos obligar a que alguien entienda o acepta algo tan normal como la vida misma pero que ha sido educado con otro tipo de valores o principios. Lo que desde luego no podré entender es la violencia gratuita, el insulto o la discriminación ¿Qué ejemplo se da a unos pobres niños? ¿Les estamos enseñando que querer es malo? Desde aquí todo mi apoyo a Gabi que sintió vergüenza cuando lo que tenía era que estar con la cabeza bien alta por querer y sentirse querido.

Me da pena, lastima y asco la reacción de ese padre, pero hay que reconocer que será uno de los pocos que quede, hoy en día los padres ya educan a sus hijos en el respeto y la tolerancia, ojala algún día todos lo hagan así. Quizás hoy muchos nos hemos escandalizado después de leer el relato de Gabi, nos ha sorprendido que esto ocurra en Madrid, pero no debemos olvidar que hay muchos jovenes gays, lesbianas o transexuales que aún hoy en día siguen sintiendo la discriminación en pequeños pueblos o ciudades de España. Jóvenes o no tan jóvenes que no viven en libertad por miedo al que dirán y a la discriminación de gente que les rodea. Ojalá algún día todos podamos querer por querer y a nadie extrañe ningún tipo de relación. El amor es lo mejor de este mundo, todo debería estar movido por el amor y nunca nadie se puede sentir mal o avergonzado por amar, el único que en toda esta historia es este mal padre al que deseo pase la mayor de las vergüenzas por ser como es y que no solo no ha conseguido su proposito sino que ha logrado despertar la conciencia de un montón de gente que hoy más que nuna se ha dado cuenta de que ya solo tiene sentido el respeto y la tolerancia

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